Mi Pasión por el Azul
El azul, para mí, es mucho más que un pigmento: es una fuente constante de inspiración y de profundidad emocional.
Mi fascinación por este color nace de todo lo que representa: calma, reflexión, fuerza, y ese espacio silencioso entre el pensamiento y el sentimiento. El azul es el color de los océanos y los cielos, de la contemplación y de la introspección.
Con el tiempo, se ha convertido en el alma de mi trabajo como tatuador: guía cada composición y da forma a cada historia. Es el hilo conductor de todo lo que hago, y me permite expresar vulnerabilidad y fortaleza a partes iguales.
El azul no es solo un color en mis tatuajes. Es mi universo.
Siempre me ha atraído su profundidad. El azul recorre la historia como una corriente subterránea: desde el lapislázuli molido en los pigmentos del Renacimiento, hasta los esmaltes de cobalto de la porcelana china o los azulejos desgastados del sur de España y Portugal. Es el color de las azoteas mediterráneas, de los tejidos antiguos y de los iconos sagrados.
A lo largo de las culturas, el azul siempre ha tenido un significado: realeza, divinidad, duelo o protección. En cada una de sus tonalidades, cuenta una historia que ningún otro color puede contar: una historia de lejanía y de magia, de belleza esculpida por el tiempo y de memoria grabada en la piel.
Esta devoción no tiene nada que ver con modas ni tendencias. Es algo personal, instintivo e inquebrantable.
Con cada tatuaje, comparto un pedazo de este universo azul contigo, para que tome forma sobre tu piel y se convierta en algo completamente tuyo.